De lugares poco funcionales y nada afectivos...

Me parece que me he tomado bastante en serio lo que me han dicho en un curso-taller de educación espacial al que he asistido ya desde hace varios miércoles; sucede que consiste en desarrollar habilidades para percibir qué tanto un lugar puede ser funcional, resuelto, además de que en qué medida motiva, permite reflexión o presenta algún grado de afecto... sinceramente, me parece una propuesta muy interesante, altamente subjetiva, pero muy reveladora...

Y es reveladora no porque sean cuestiones de predicción o magia, más bien, porque te da la oportunidad de observar y analizar el lugar en dónde estás, actividad que casi nunca se realiza, entonces, cuando dedicas tiempo a hacerlo, descubres cosas interesantes, que tal vez antes habías percibido, pero hasta ahora comprendido.... 

Por ejemplo, en lo personal, puedo decir que encuentro que mi lugar de trabajo es poco funcional, eso sí, muy afectivo... pero no me sirve para trabajar; por otra parte, mi recámara, es muy funcional, pero de unos meses para acá ha perdido toda afectividad.... ¡qué paradoja!... finalmente, lo más importante es que una vez que identificas estas situaciones, se debe comenzar a modificar, transformar...