-¡Escapémonos!-... nunca me había parecido una propuesta tan divertida...¿escapar?... ¿de qué?, ¿de quién?, ¿de dónde?... ¿para qué?... todo el cúmulo de signos de interrogación sólo generan más incertidumbre y con ello cierta carga de adrenalina que condimenta el "escape"...
Es verdad que para que todo salga a la perfección debe planearse, pero en ocasiones como esta la improvisación y las decisiones de último momento son fundamentales. Además de lo anterior, es importante dejarse llevar, pensar demasiado las cosas podría ser fatal, pues te llevaría a la conclusión de preferir no escapar.
Ahora que puedo decir orgullosamente que me he escapado, me sorprende que no sienta culpas (conociéndome, a estas alturas estaría arrepentida), eso sólo puede ser posible porque el "escape" resultó fructífero y reconfortante.... :)
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