domingo, 26 de septiembre de 2010

Rojo


Bien, en esta ocasión escribiré de la película más reciente que he visto: Rojo, la vi en la clase de francés, es del director polaco Kieslowski y pertenece a la serie: Tres colores: Azul, Blanco y Rojo, en alusión a los  colores de la bandera francesa, por lo tanto,  a sus respectivos significados: libertad, igualdad y fraternidad.

Así, Rojo gira en torno a la temática de la fraternidad y el amor... a lo largo del material cinematográfico se puede encontrar un continuo cuestionamiento a las conductas humanas, en particular, una de las partes que más llamó mi atención es cuando uno de los personajes plantea la siguiente interrogante: 

¿Por qué ayudar a los demás? ¿ en verdad es por el hecho de procurar bienestar al otro o, por el contrario, es un acto egoísta para evitar futuros cargos de conciencia que surgirán como conceceuncia de no haber proporcionado nuestra ayuda a alguien necesitado?

La anterior, es sólo una de las cuestiones que propone el director, no ofrece respuestas claras y absolutas, considero que su importancia radica en el hecho de llevar a la mesa de discusión dichas incógnitas...no pretendo realizar una sinopsis de la película, ni influir con una interpretación personal de ésta, más bien es una invitación a verla, así como al resto de películas que forman parte de la serie, pues nos ofrecen una excelente oportunidad de analizar la forma de proceder del ser humano.



viernes, 24 de septiembre de 2010

¡Ouch..evidente verdad!

En días pasados volví a escuchar de la voz de uno de mis profesores la conocida frase: "por  estudiar el bosque, muchas veces se pierde de vista al árbol", condición en la que recurrentemente caemos los que nos asumimos como internacionalistas, así, a pesar de no ser la primera vez que escuchaba dicha frase, me hizo reflexionar en mi posición como estudiante, y debo confesar que más de una ocasión he incurrido en esta "mala costumbre" de formación....

Lo anterior lo vi reflejado de una forma graciosa (y he de admitir, un poco vergonsoza) en una ocasión que platicaba con el papá de una de mis amigas, el señor me preguntó: "Yessy, ¿cómo van las obras que están realizando por tu casa?", entonces, me cuestioné en voz alta: "¿cuáles obras?",  el señor, pensando que me dirigía a él, me dijo: "sí, el puente que están cosntruyendo por la Av. 1ro de Mayo" ... una vez hecha esta aclaración, sólo atiné a decir: "ah, sí, el puente...mmm.. la verdad no sé, esque no paso por ahí".

Mi respuesta puede parecer sin mayor importancia, pero si bien es cierto que no paso por la Av.1ro de Mayo para trasladarme a la Universidad, no puedo negar que la mencionada avenida se encuentra sólo a unas cuantas cuadras de mi casa... ¡y yo no sabía lo que pasaba en mi colonia!... ah, pero eso sí, podía jactarme de que tomaba clases en las que estudiaba la concepción africana del tiempo o los orígenes del conflicto árabe-israelí...digo, no es que contar con esos conocimientos sea un error, es más, debido a que estudió una licenciatura en  Relaciones Internacionales, es mi deber saberlo, pero ello no quiere decir que tengo que permanecer indiferente a mi realidad cercana.

¡Ouch..evidente verdad!


domingo, 19 de septiembre de 2010

Helados orientales

La  decadencia de los mercados tradicionales a causa de la rápida propagación de plazas comerciales y supermercados no es un fenómeno nuevo en nuestra sociedad, sin embargo, hace poco esa realidad se me reveló de forma sutil pero apabullante:

Uno de esas tardes-noches en que la gula hace de las suyas, provocando que mi hermano y yo salgamos en busca de golosinas, decidimos ir por un helado, con la sorpresa de que no pudimos comprarlo en la heladería a la que siempre vamos, pues ahora se transformó en una jarciería... intuyo que fue a causa de la disminución de ventas ya que en la zona recientemente inauguraron una plaza comercial, que cuenta con más de una heladería en servicio.

A pesar de este inconveniente, nuestro antojo no podía esperar y terminamos en la plaza, entramos a una de las heladerías cuya peculiaridad es que tú mismo puedes servirte el helado, primero eliges el tamaño de tu recipiente, después colocas la cantidad de helado que desees, de los sabores que prefieras, además tienes la posibilidad de añadir todo tipo de frutas como guarnición, al final pones tu helado en una báscula y te cobran de acuerdo a los gramos que pese tu fabulosa creación.

Hasta ese momento, la experiencia parecía divertida... al acercarnos a la caja descubrimos que eramos los últimos clientes del día pues observamos al cajero apresurado realizando las cuentas de las ventas, a su lado se encontraba una chica a quien no le presté mucha atención en el momento de entrar a la tienda, pensé que era otra cliente, pero...debo confesar que, una vez que me dí cuenta que esa adolescente de escasos 16 años quien jugaba con actitud de impaciencia con el iphone que llevaba en la mano y que poseía rasgos orientales, era la persona que esperaba al preocupado cajero para recibir las ganancias de la heladería, me causó gran impresión, no es que no supiera que ese tipo de situaciones se presentaran cotidianamente, pero no me había tocado vivirlas de manera tan cercana.

En fin, terminé pagando alrededor de sesenta pesos por un helado que pesó poco más de 300 gramos, aunque al tiempo que degustaba aquél helado no dejaba de pensar que semanas antes me encontraba comiendo un helado de zarzamora con queso en barquillo de galleta tostada, es verdad, no light, pero sí con un costo mucho menor  del que ingería en ese momento, igual de rico y con un mayor significado porque lo elaboraba uno de mis vecinos...

viernes, 17 de septiembre de 2010

Vocaloterapia

Ya que en días pasados pegar de gritos se convirtió en una constante a lo largo del país, recordé a mi muy apreciada vocaloterapia (cuya patente aún me atribuyo...risa), en realidad no es nada espectacular pero sí muy liberador: consiste en gritar una por una las cinco vocales, puede parecer absurdo pero funciona en esas ocasiones que sientes que te ahogas en tus propios sentimientos, cuando la carga emotiva acumulada es demasiada y es necesario encontrar una manera de darle salida, o incluso, también es efectivo cuando te encuentras en un período de aburrición, descubrirte gritando las vocales siempre es muy gracioso.

Además, la vocaloterapia es todavía más provechosa si se realiza en grupo, justo ayer tuve la oportunidad de llevarla a cabo: fui a visitar a mis pequeños sobrinos, a quienes hace más de un mes no veía, convivir con los niños siempre me ha resultado gratificante por su sinceridad y espontaneidad, cualidades que se van perdiendo con la edad, a ellos poco les importa lo que la gente piense de su comportamiento...así que sin más, mis sobrinos comenzaron a gritar cautivados por el eco que producían sus agudas voces, al estar junto a ellos no pude contenerme y me uní al concierto de gritos... lo cual resultó altamente satisfactorio. Indudablemente la eficacia de la vocaloterapia grupal quedó comprobada.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Dos enteros y un cuarto

En este fin de semana era inevitable recordar, debo confesar que continuamente recurro a mis recuerdos, ya sea por necesidad de consuelo, por masoquismo o simplemente por mero placer... mi naturaleza es intrínsecamente melancólica, para satisfacerla, algunas veces me ayudo de valiosas herramientas como fotografías, cartas, notas, canciones y todo objeto que en cierta medida pueda materializar una parte de mis memorias.

Así, este 11 de septiembre no podía pasar desapercibido... era necesario tomar un momento para detenerme y realizar una mirada retrospectiva, que me diera la posibilidad de percatarme de los avances y retrocesos alcanzados, hoy, afortunadamente, la balanza evidentemente se inclina del lado positivo, lo cual es posible a la ayuda de un gran compañero de vida... por eso, por todo y por tanto, en esta ocasión hago público mi agradecimiento hacia ti.....

¡Gracias por estos dos enteros y un cuarto compartidos!

jueves, 9 de septiembre de 2010

Aaaaachiuss!!.....

Entre estornudo y estornudo buscaba ideas para escribir la nueva entrada del blog, pero todos sabemos que la gripe dificulta el proceso de pensamiento... al no tener una mejor propuesta decidí escribir sobre este malestar que todos en algún momento de nuestras vidas hemos padecido.

Sobre todo, en estas épocas de lluvias y con los continuos cambios climáticos los resfriados están a la orden del día, un tercio de las personas que conozco se han enfermado en esta temporada, por lo que las probabilidades de contagio eran muchas, así que finalmente me convertí en una víctima más de la gripe...

Ninguna enfermedad es agradable, pero particularmente me disgustan los resfriados pues muchas veces vienen acompañados de dolor de garganta y una una irritante tos, implican un constante flujo nasal, cefalea e incluso fiebre; además de todo lo anterior, la mayoría de antibióticos y antigripales tienen efectos somníferos...

En fin, dicen los que saben que cualquier enfermedad es 80% psicológica y 20% física, por lo tanto no le haré mucho caso a mi gripe porque puede hacerse la importante (risa), lo cual no nos conviene ni a mí, ni a mi larga lista de pendientes por hacer.



domingo, 5 de septiembre de 2010

Lo bailado....¿quién me lo quita?

Una vez más el tiempo me presiona.... escribir con el sonido del segundero detrás de uno, marcando el paso del tiempo.... torturando con su lento movimiento, y además, con más de una persona que reclaman tu atención en el mismo instante, no es tarea sencilla, aunque sí muy emocionante, parecerá absurdo pero hasta cierto punto genera una sensación de adrenalina.. un pequeño reto....

Y bien, si me encuentro escribiendo mi entrada en los últimos minutos del día es porque también el tiempo me permitió vivir un fin de semana interesante, un tanto ajetreado pero muy productivo, todo comenzó el sábado por la mañana con una de esas jornadas agobiantes de aseo obligatorio en casa, con el único propósito de hacer méritos para obtener el permiso de salir por la noche a una fiesta.

Estando en la fiesta, la diversión comenzó, basta con decir que es una de las mejores fiestas a las que he asistido.... (risa).... y no precisamente por lo que ocurrió en la celebración....sin embargo, inevitablemente después del festejo viene el regreso a la realidad: desvelo y cansancio del día anterior, con un par de libros que revisar, sumados a una tarea en equipo que hasta hace unos minutos parecía interminable... claro, al borde de las doce, mi entrada dominical en este espacio no podía faltar...

Así las cosas.... con el cursor sobre la opción "publicar entrada"... termino el fin de semana con una gran sonrisa, porque "lo bailado....¿quién me lo quita?"...

jueves, 2 de septiembre de 2010

Cartas

Ayer por la mañana recibí una llamada, era Gaby, mi amiga de la secundaria, quien además de saludarme quería que le escribiera una carta en donde respondiera a la pregunta: ¿por qué la quiero?, la carta es parte de un ejercicio para una de sus clases, es importante señalar que Gaby estudia Psicología.

Para ser sincera, la idea me entusiasmo, me gusta escribir, un tiempo fui fanática de escribir cartas, todavía me agrada, aunque últimamente lo hago con menos frecuencia, lo cual no significa que haya dejado de tener cosas que expresar... cada vez que escribo o leo una carta que me dieron es como si enviara o recibiera un caluroso abrazo.

Ahora que satisfactoriamente he cumplido la encomienda, pues la carta solicitada ya se encuentra en la bandeja de entrada de correo electrónico de mi amiga...me viene a la mente una pregunta: ¿para qué le habrán pedido las cartas? (porque no es una, tiene que llevar cuatro).... ¿a caso es parte de una terapia de autoestima y superación personal?...¿tal vez quieren analizar la forma en que las personas intentamos explicar nuestros sentimientos?... las posibilidades son muchas, cantidad de cosas pueden pasar por la mente de un profesor de Psicología.

Sin embargo, al hacerlo, además de disfrutar escribir para mi amiga y buscar dentro de mí los motivos de mi cariño, al final, descubrí que las palabras se tornaban insuficientes, encontrar la fuente originaria de nuestros sentimientos siempre es complicado, pues, en este caso, las razones por las que quiero a mi amiga no se pueden materializar, no obstante, la quiero, y mucho.