Ya que en días pasados pegar de gritos se convirtió en una constante a lo largo del país, recordé a mi muy apreciada vocaloterapia (cuya patente aún me atribuyo...risa), en realidad no es nada espectacular pero sí muy liberador: consiste en gritar una por una las cinco vocales, puede parecer absurdo pero funciona en esas ocasiones que sientes que te ahogas en tus propios sentimientos, cuando la carga emotiva acumulada es demasiada y es necesario encontrar una manera de darle salida, o incluso, también es efectivo cuando te encuentras en un período de aburrición, descubrirte gritando las vocales siempre es muy gracioso.
Además, la vocaloterapia es todavía más provechosa si se realiza en grupo, justo ayer tuve la oportunidad de llevarla a cabo: fui a visitar a mis pequeños sobrinos, a quienes hace más de un mes no veía, convivir con los niños siempre me ha resultado gratificante por su sinceridad y espontaneidad, cualidades que se van perdiendo con la edad, a ellos poco les importa lo que la gente piense de su comportamiento...así que sin más, mis sobrinos comenzaron a gritar cautivados por el eco que producían sus agudas voces, al estar junto a ellos no pude contenerme y me uní al concierto de gritos... lo cual resultó altamente satisfactorio. Indudablemente la eficacia de la vocaloterapia grupal quedó comprobada.
Me gusta lo que escribes amiga!
ResponderEliminarEspera... eso hay que gritarlo: ¡¡¡ME GUSTA LO QUE ESCRIBES AMIGA!! XD
Sabes? Justo en estos momentos lo que quisiera es gritar y sin embargo aquí estoy, en silencio, hoy, de nuevo... como antes... jaja
En fin, cómo perderme lo que escribes!!!
:]