Octubre se despide con un par de lunas hermosas y un clima tan extraño como agradable, al menos para aquellos que disfrutamos del frío y las brisas otoñales... particularmente en estos últimos días que anteceden a los festejos del Día de Muertos, los cuales traen consigo un "puente" nada despreciable, se percibe un ambiente de entusiasmo, sí, característico de la tradición mexicana que tiene la virtud de disfrutar y celebrar a los muertos...
Me pregunto qué tanto esta situación es reflejo del afán de inmortalizar a las personas o de nuestro espíritu fetichista; por otra parte, en qué medida el mexicano utiliza la fiesta y la sátira como mecanismos de defensa ante su realidad.... no obstante, mientras lideo con mis recurrentes autocuestionamientos, disfruto de las ofrendas, el jolgorio, la comida, la música, y sobre todo, de la compañía de los vivos, por supuesto, también de los muertos....
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