Es cierto que la contradicción, en menor o mayor medida, es parte de la esencia humana, dígamos que nos gusta complicarnos, bueno, tal vez estoy generalizando.. a mí me gusta complicarme, en realidad no sé si me agrada sólo sé que es una cuestión que se presenta recurrentemente... y no siempre resulta positivo, no obstante estoy aprendiendo a vivir con ello (nótese mi dramatismo...risa...)
A pesar de todo, las contradicciones tienen algo de bueno, te permiten repensar; el hecho de que en uno mismo tengan cabida pensamientos contradictorios representa una oportunidad para realizar un alto y replantear nuestras ideas, el problema es no quedarse absorto en el soliloquio, y generar vías de salida que desahoguen las auto-complicaciones... se dice fácil.... pero una vez que comienza está batalla interna, lo difícil es saber cuando parar...jajaja... en fin... por hoy está bien de laberintos mentales....
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